martes, 4 de mayo de 2010

A veces, a hurtadillas, ves cosas. Escondido sin llamar la atención, encuentras palabras, gestos o sonidos.

Hoy ha sido uno de esos dias. Sinceramente, era el último lugar donde esperar encontrar que me dibujara una leve sonrisa de felicidad sincera, algo un tanto irónico cuando lo que andaba buscando yo era un poco de risa a mala fe criticona.

Cada palabra, cada gesto, deja una pequeña huella en aquel que se molesta en leer, en ver. Y parece que cada persona puede, consciente o inconscientemente, dar buenos consejos.



Gracias, aunque nunca vayas a saberlo. Tampoco sabrás nunca que te leí, asi que supongo que eso sea lo menos importante.

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